Espera... ¿A María?
- María LS
- 11 jul 2018
- 4 Min. de lectura
Para los que me conocen y los que aún no. Hola, soy María.
La historia de mi nombre tiene un trasfondo muy católico, porque es el nombre de la más virgen de todas las vírgenes, entonces cuando estaba a punto de ser bautizada el padre dijo:
"¿Neta le van a poner solo Deyanira?"
Bueno, quizás no con esas palabras verdad, pero la cosa fue así. Fue él quien decidió completar mi nombre con "María" un nombre "protector" y no es broma, así lo dijo el padre (y mi mamá y mi papá y mis padrinos y todos lo ahí presentes). He crecido con esa historia que quizás sería un mito, crecí siendo María Deyanira.
Durante años, muchos años, le di la vuelta al nombre de María porque algunas personas me vendieron la idea de que era bastante común, quizás popular, muy mexicano o ideas así. El mundo me hizo creer que era lo peor que me había podido pasar en la historia de los nombres. Pero en algún momento ese "María" me haría el paro.
Rondaba el año 2010 casi 2011 cuando me fui a estudiar al extranjero. Nerviosa por llegar a un país nuevo, con gente nueva, todo nuevo, era uno de los sueños más grandes que finalmente se había hecho hecho realidad. El primer día de clases y me hicieron la pregunta básica que cualquier persona haría al verte por primera vez:
- Hi ¿What's your name?
La respuesta lo cambiaría todo.
Breviario cultural:
En mi andar en la vida mi segundo nombre, Deyanira, tampoco fue algo fácil de comunicar. Según yo, si lo decía en forma diminutiva ahorraba tiempo a comparación de que si lo decía completo, pero el resultado era:
"¿cómo dijiste? ¿ella? ¿bella? ¿o cómo es?"
Si de plano no le entendían lo decía completo, pero no faltaba el pinch* chistoso que vivió en la época de Otro Rollo y lo completaba graciosamente con un "Rubí".
Regresando a mi YO en tierras NO aztecas ¿cuál sería el resultado? Si en la tierra que me vio nacer, era todo un reto ¿cómo pronunciaría un extranjero Deyanira? "Deiunira" "Deuia" "Tho yanorou". No, que horror. Entonces mis opciones eran, repetirlo incansablemente para que entendieran cómo pronunciarlo y peor aun cómo escribirlo o desempolvar el nombre oculto y rechazado por tantos años.
Respiré profundamente y sonrientemente respondí:
-María
Así fue. Me reencontré con ese nombre o mejor dicho, lo acepté. Si. Era María. Y durante mi estancia por esos rumbos sería "María from Mexico" por un largo tiempo.
A mi regreso al entonces DF, retomé a Deyanira, pero sabía que "María" estaba demasiado feliz pues ambas convivían en un mismo cuerpo.
Sé que suena una tontería, pero tener estos personajes en mi vida era la mejor oportunidad para rehacer muchas cosas y darle una perspectiva diferente a todo.
Desafortunadamente la magia duró poco tiempo. Ese aire de saber que María existía desapareció. Al ingresar a mi nuevo trabajo godín, Deyanira sobresalió nuevamente.
Para ello, la vida me dio señales muy bonitas de por qué ese nombre no podía morir.
Una de mis cantantes favoritas a la cual he nombrado como "el amor de mi vida musical" es Natalia Lafourcade -quien también lleva como primer nombre María- hizo un homenaje al maravilloso Agustín Lara con la canción "María bonita" (hablar de todo lo que significa esa canción lo dejaré para una publicación especial, porque es otra experiencia emocional muy fuerte que prometo compartirles a futuro). Lo interesante fue que al momento de escuchar esa pieza no podía parar de llorar.
Fue el sentimiento más memorable que he tenido con la música; disfrutar cada acorde, cada palabra, cada silencio fue... mágico. Esa canción revivió algo en mi que por un instante había olvidado.
A partir de ese momento, decidí cambiar el nombre de mis redes sociales y firmar cartas (en su mayoría de amor) como María.
Este pequeño blog, es una muestra de cariño a todo lo que vivo, lo que me gusta, lo que amo, lo que escucho, leo, me hace reír, llorar y demás cosas que llegan a mi camino.
Una de mis más grandes pasiones es la música. Gracias a que hoy en día encontrar canciones es más accesible, confieso que tengo muchas playlists en Spotify donde colecciono cosas maravillosas y casi todas con una historia especial. Ahí se han depositado muchos recuerdos que al momento de escucharlas, me transportan a momentos específicos de mi vida.
¿A dónde voy con todo esto? Hace unos cuantos meses, tuve un amor muy bonito, feliz y diría que casi perfecto; esos amores que no esperas y cuando llegan sientes que explotarás de felicidad. (Si soy bien intensa y amo amar encabronadamente). Una de las conexiones más fuertes con esa persona fueron el cine y la música. Bueno, entre otras tantas.
Todos los días las conversaciones incluían frases como:
"Venía en el camino y escuché esto, es una joya" o "¡No mames, youtube me recomendó esta canción, no mames la AMO!" o "¡Spotify me ama bien cabrón, escucha esta canción que se agregó a mi radar musical! ¡Muero de amor!".
Todo eso tan estúpidamente maravilloso, de un día para otro se esfumó. Así de sencillo. PLOP.
Me quedé sin la persona a la que le podía compartir tantas cosas que me gustaban. Lo cual se convirtió en una mini frustración, pues literal me mandó al carajo, dejando un vacío emocional fatal.
Después de mucho platicarlo con amigas, amigos y gente que adoro, surgió la idea/necesidad de compartir mis gustos con más personas. ¿Porque conformarme con una cuando hay un océano allá afuera? Este blog nace de ese sentimiento guardado, de por fin expresar todo. Absolutamente todo con la gente que quiero y que quiere descubrir cosas nuevas.
En su mayoría hablaré de música, porque es mi alimento diario. Pero también deseo ocupar este espacio para mentar madres o escribir cosas random que pueden hacer su vida más feliz, diferente y divertida.
Así nace Amaría.
Dedicado el amor más grande de mi vida, Demaría.
Te amo.
Comments